La Regeneración
La conciencia es exclusivamente de la humanidad. Su dignidad personal y su actual grandeza deben ser necesariamente proporcionales al grado de desarrollo y pureza de conciencia.
La regeneración y castidad de la creciente multitud debe lograrse mediante una visión más amplia.
No es suficiente saber simplemente por el intelecto de la mente. Los hechos del conocimiento no tienen vida a menos que su implementación diaria comprenda su relación con el avance espiritual. Y aquí entra el conocimiento de la vida futura y une todo conocimiento creciente en un todo completo. Un poder unificador ocurre en el ser humano. El hombre se convierte en el hecho más grande del mundo… el cumplimiento de la eternidad… y su naturaleza moral motiva e impulsa la vida humana hacia adelante… el hecho más grande en el ser humano surgirá.
La educación moral debe tener prioridad sobre cualquier otra educación. Los individuos comenzarán a comprender las ramificaciones de la elección moral. El crecimiento de la sociedad y del individuo exige ética, cultura, la elevación del deseo, la mejora de la disposición, así como el aumento del conocimiento celestial.
Al moldear su carácter, que está bajo su control, puede, en cierta medida, al menos hasta cierto punto, determinar la naturaleza y el grado de pensamientos y emociones que surgirán en determinadas circunstancias, y así fortalecer la mente para mantener su equilibrio de fuerzas. .
Los principios y las buenas resoluciones son poderosos auxiliares en la formación del carácter. Una vida de verdadera virtud, de nobleza, de verdadera grandeza, no es un accidente o un logro fácil. Proviene de elevadas aspiraciones, de motivos incorruptibles, apreciados durante mucho tiempo y considerados sagrados como la vida misma.
Michael of Nebadon
